Y me marché de la habitación sin decir, ni una palabra más… sé que deje a Ryan confuso, pero eso le haría reflexionar, y quien sabe, quizás aquella conversación, funcionara.
[…]
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Esos tres días, se me pasaron tan rápido, había exprimido hasta el último segundo con Justin. Al final, Ryan y él lo arreglaron, todo era perfecto, excepto la noticia de que teníamos que irnos.
Quedamos todos a las 10 de la mañana en casa, para despedirnos.
Cuando ya estábamos todos…
Del primero que me despedí fue de Chris.
-Bueno pequeñín… espero volver a verte muy pronto.-Dije sonriéndole, mientras le daba un abrazo enorme.
-Eres increíble, Anna. Te echaremos de menos.-Dijo él.
El siguiente fue Chaz.
Pasamos de decir nada, el se abalanzó sobre mí, y me dio uno de sus abrazos de oso.
Luego, Ryan.
-Gracias por todo Anna, eres una chica genial. Quiero volver a verte pronto, eh. Te echaré de menos tonta.-Dijo él.
-No Ryan, gracias a ti. Verás como dentro de nada volvemos a vernos.-Dije abrazándolo.
Y por último, y el que más me dolía de todos, Justin, MÍ JUSTIN.
Salimos al jardín, nuestra despedida era algo más privada.
-Justin…yo…-Ni siquiera pude hablar, cuando las lágrimas brotaron de mis ojos.
-Hey, no llores…-Dijo el consolándome.- No tienes que llorar… Tienes que estar feliz porque los dos sabemos que pronto volveremos a estar juntos ¿Vale?
Yo asentí, no muy convencida.
-Gracias, por todo, Justin, de verdad… eres… increíble…-Dije intentando reprimir las lágrimas.
-No, gracias a ti por hacerme el chico más feliz.-Dijo sonriéndome.
Yo sonreí vergonzosa.
Y sin esperarlo, Justin me besó, un beso de esos que saben a despedida
-Te echaré de menos Bieber.-Dije agarrando su mano, y yéndonos hacia el coche.
-Y yo a ti Anna.
Terminamos de despedirnos, y montamos en el coche, mi hermana y yo, llorábamos. Lo habíamos pasado tan bien esos 15 días en Atlanta, y los chicos habían sido tan increíbles.
El coche arrancó, y las dos miramos hacia atrás hasta que los perdimos de vista.
[…]
Pasaron un par de semanas, apenas sabíamos nada de ellos. Sólo habían llamado dos veces, y conversaciones de cinco minutos.
Mi hermana y yo estábamos mal, muy mal. Los echábamos mucho de menos, y ni siquiera sabíamos cuando volveríamos a verlos.
¿Y si con el tiempo se olvidaban de nosotras? ¿Y sí Justin se olvidaba de lo nuestro?
Un día estábamos tomando el sol en el jardín, Andie y yo. Yo llevaba los cascos y Andie leía una revista. Llamaron al timbre, y mamá no estaba en casa, así que Andie me mandó abrir.
Abrí la puerta y no había nadie, lo que me extraño muchísimo, y justo cuando iba a cerrar, vi una nota en el suelo, junto a una rosa roja, idéntica a la que Justin me regaló semanas atrás.
Lo cogí, y leí la nota: ‘’ Soñar gratis es soñar contigo, soñar con sueños eres tú’’
Sonreí, y miré al frente. Y allí lo vi, apoyado en la reja, a apenas unos metros de mí. Abrí tanto la boca que parecía que se me iba a desencajar, y sin dudarlo un segundo… empecé a correr hacía él, hasta alcanzarlo, y darle el mayor abrazo que había dado, por supuesto sin evitar llorar, de felicidad. Me evadí de todo, sólo él, su olor, su pelo, sus ojos, su sonrisa, y yo.
-¿Pe…pe…pero? ¿Qué haces tú aquí? ¿Cómo?-Dije escupiendo palabras, aún sin creerlo.
El no dijo nada, solo se me quedó mirando, y al instante me besó. Como había echado de menos sus besos, sus dulces besos.
-Te echaba de menos…-Dijo separando sus labios de los míos.
Yo sonreí, y volví a besarlo.
-Bueno y ellos también os echaban de menos…-Dijo señalando a Chris, Chaz y Ryan, que estaban detrás suyo con una sonrisa en la cara.
Corrí hacía ellos, y los abracé. Cuando me quise dar cuenta, mi hermana estaba en la puerta, a punto de llorar.
Primero fue a abrazar a Justin, y luego se abalanzó sobre los demás, y sin que nadie lo esperara, ella y Chris se besaron.
-¿Nos hemos perdido algo?-Dije yo, atónita.
-Bueno, no queríamos decíroslo pero…Chris y yo estamos juntos.-Dijo mi hermana, feliz.
Todos nos alegramos muchísimo. Al final decidimos pasar a casa. Salimos todos al jardín.
-Bueno y ahora me decís… ¿Cómo? ¿Por qué?- Dije feliz.
-Bueno el motivo principal erais vosotras…-Dijo Chaz.
-Pero…-prosiguió Justin. -Scoot me dijo que teníamos que ir a L. A. a un concierto. Y no vi mejor oportunidad para venir a veros.
-Dios, es genial.-Dije yo.- ¿Y por cuánto tiempo?
Parece ser que mi última pregunta no fue la más acertada, todos agacharon la cabeza, y se entristecieron.
-Un par de días, tres o cuatro como mucho.-Dijo Justin entristecido.
-¿QUÉ?-Dije yo. Me entristecí, y se hizo un silencio bastante incómodo.-Bueno, no pasa nada… lo que importa es que estáis aquí…-Dije levantándome y sentándome sobre las rodillas de Justin.- Disfrutemos.- Le sonreí, y le besé.
-Bueno tenemos que deciros una cosa…-Dijo Chaz. Todos asintieron.- Esta noche estáis invitadísimas al concierto de Justin entre bastidores.
A mí hermana y a mí se nos abrieron muchísimo los ojos, y empezaron a brillar, de emoción.
-¿En serio?-Dijo mi hermana como pudo.
Justin asintió, sonriéndola.
-¿En serio voy a ir a tú concierto, y voy a oírte cantar en directo, y todo eso?-Dijo a punto de llorar.
-Exacto.-Dijo él.-Pero no hace falta que vayas a mi concierto para oírme cantar, puedo hacerlo ahora mismo.-Dijo sonriendo, y levantándose, para ponerse frente a mi hermana.
Le estrechó el brazo, para que ella le cogiera la mano, y se pusiera de pie. Se le acercó, y empezó a cantarle.
Mi hermana estaba alucinada, no podía creerlo, de la emoción empezaron a caerle lágrimas de los ojos.
Justin dejó de cantar, y la abrazó con todas sus fuerzas.
-Justin, eres increíble.-Dijo ella entre sus brazos.
-Tú sí que lo eres pequeña.- Dijo sonriente.
Me enterneció tanto ver así a Justin, era un cielo, y estaba claro que quería muchísimo a sus fans.
Mi hermana se secó las lágrimas, y se tranquilizó.
-Bueno, esta noche vendremos a por vosotras… ahora tenemos que irnos.-Dijo Ryan.
Nosotras asentimos, y nos despedimos. Teníamos tantas ganas de que fuera por la noche.
Cuando los chicos se fueron, llegó mamá. Las dos fuimos corriendo, para darle la noticia.
-¡Mamá! ¡No puedes creer quien vino!-Dijo Andie.
-¡Justin y los demás!-Seguí yo.- Esta noche nos invitaron a un concierto de Justin.
-¿En serio? Eso es genial pequeñas…-Dijo ella.
-¿Nos dejas ir?
-Sí, no hay problema, pero tendré que hablar con ellos…
Las dos asentimos sonrientes, felices.