viernes, 30 de septiembre de 2011

3. Ryan

Me cambie de ropa (http://www.polyvore.com/salir1/set?id=35871707&.locale=es) y salí a dar una vuelta y a explorar el barrio.
Llegué a un parque no muy grande, pero bastante bonito. Había una fuente enorme, rodeada por flores preciosas de todos los colores. Me acerqué a las flores, y cogí una, la olí, era increíble lo bien que olía, acto seguido me la puse en el pelo, adornándolo.
Di un paseo, cuando de repente, pasó un chico en un skate a una velocidad vertiginosa, casi tirándome al suelo.
-¡Eh, ten más cuidado!-Le grité yo, cobrando el equilibrio. El chico paró en seco y me miró, retrocedió y se puso frente a  mí.
-Yo… lo… siento…No te vi, y… fue sin querer.-Dijo el chico disculpándose, que por cierto era bastante guapo.
-Bueno, para lo próxima vez, ya sabes.-Dije sonriéndole.
-Sí andaré con más cuidado. Soy Ryan.-Dijo sonriéndome también.
-Yo soy Anna.-Dije.
-¿Acabas de mudarte? ¿O…?-Dijo curioso.
-Oh, no, no…nada de eso. Estoy de vacaciones, mis abuelos viven aquí y bueno…vinimos a pasar unos días.
-Eso es genial…-Dijo él sin parar de sonreír.-Bueno, Anna…lo siento pero tengo que irme, llevo prisa…Espero volver a verte.-Dijo él sonriendo muchísimo y más acaramelado de lo normal.
-Vale, ya nos veremos, o eso espero.-Dije yo algo atontada.
-Adiós-Dijo mientras se alejaba sin dejar de mirar hacia atrás.
Yo le dije adiós con la mano, algo vergonzosa.

Volví a casa, sin dejar de pensar en aquel tal Ryan.


-¿Qué tal fue el paseo?- Me preguntó mamá.
-Pues muy bien, conocí a un chico, se llama Ryan, y me cayó genial.-Dije sonriente.
-Eso es genial. Vamos, prepárate que vamos a cenar, ya.
Subí arriba y me puse cómoda para la cena. Cenamos todos juntos, y ya nos fuimos a descansar.
Yo no tenía demasiado sueño, así que encendí un rato el ordenador. Estaba escuchando música, cuando empecé a escuchar unas risas por la calle, así que me acerqué a la ventana…y vi a un grupo de chicos, sobre skates, riendo y hablando.

jueves, 29 de septiembre de 2011

2. Atlanta

Las semanas pasaron rápido, a lo que me quise dar cuenta, ya estaba en el avión rumbo a Atlanta, estaba muy emocionada, y tenía muchas ganas de ver a mis abuelos. A papá le gustaría verme así de feliz. Digo me gustaría, porque mi padre murió cuando yo tan solo tenía 4 años.
Llegamos, y allí estaba mi abuelo esperándonos para llevarnos a casa. Mi hermana y yo corrimos a abrazarlo.

-Mis pequeñas…-Dijo él con una sonrisa enorme.
-¡Abuelo!-Dije yo achuchándole aún más.
-¿Qué tal el viaje?-Preguntó el ayudándonos con algunas maletas.
-Muy pesado, tenía muchas ganas de llegar ya.-Dije yo.

Llegamos a casa de los abuelos, que estaba en la zona residencial, lo que quería decir que eran casas enormes, muy bonitas, y lujosas. Ya casi ni me acordaba de la casa, desde que murió papá no íbamos, y yo solo tenía 4 años.

Entré en la casa, llamando a gritos a mi abuela, hasta que la encontré cocinando en la cocina.

-¡Abuela!-Grité de alegría, mientras me dirigía a abrazarla.
-¡Anna!-Dijo ella, viniendo hacia mí.-A ver que vea lo guapa que estas…-Dijo separándose, para echarme un vistazo. Di una vuelta, para que pudiera verme mejor.- Estás preciosa.-Dijo con una sonrisa, acariciando mi cara.

En ese momento entraron mamá y Andie en la cocina, y saludaron a la abuela. Más tarde subimos arriba a acomodarnos, cada una teníamos una habitación, la casa era gigante, y preciosa.
Mi habitación tenía vistas a la calle, y entraba muchísima luz, y no había cosa que más me gustase. Tenía una cama enorme y un baño propio, era perfecto. Iban a ser los mejores 15 días de mi vida.
A los 10 minutos, la abuela llamó para ir a comer.
Mi hermana, Andie. Bajó ensimismada en su Iphone.
-¿Qué miras?-Pregunté yo, curiosa.
-No creo que te importe.-Dijo ella pasando de mi.
-Vamos, Andie…dímelo.-Insistí.
-Pues no sé si sabrás que Justin Bieber vive aquí en Atlanta, pero no sé exactamente donde, y eso intento averiguar.
-Andie, otra vez el niñato ese. Eres una pesada. Jamás lo verás, Atlanta es muy grande. Y además es tonto y un creído, no sé cómo te puede gustar.
-Anna, olvídame. Te dije que no te importaría, así que cierra esa bocaza.-Dijo ella enfadada.
-Chicas, parar ya.-Dijo mamá, regañándonos.-Y tú Andie, nada de móviles en la mesa.-Ella resopló y guardo su móvil en el bolsillo.

Comimos todos juntos, y nos pusimos al día de un montón de cosas. Los abuelos nos contaron que pronto haríamos amigos, que eran todos muy simpáticos. A mí la idea no me hizo muchas gracia, por que hacer amigos no es que se me dé precisamente bien.
Terminamos de comer, y descansamos un poco.
-Andie, ¿damos una vuelta?-Dije yo entrando en su habitación.
-No.-Contestó secamente.
-Vamos… ¿sigues enfadada?-Dije sentándome a su lado en la cama.
-Tú qué crees…-Dijo sin ni siquiera mirarme.
-Vale, lo siento Andie…no fue mi intención.-Dije arrepentida.
-Que no Anna, ahora no tengo ganas. Adiós.-Dijo echándome.
-Pues tú sabrás. Adiós.-Y cerré de un portazo.

1. Emoción

De repente, el despertador sonó, tirándome de la cama, patosamente. Me levanté, con la mano puesta donde me había dado el golpe.


-Asqueroso despertador…-Dije para mis adentros.


Salí de mi habitación para bajar a desayunar, y empecé a oír una música molesta, que sonaba demasiado alto. Fui rápidamente al cuarto de mi hermana.
Al entrar la vi cantando, bailando y saltando como una loca sobre la cama. Ni siquiera se enteró de mi presencia, así que llegué hasta su equipo de música, y lo apagué.


-Como vuelva a escuchar la voz de este niño, mueres.-Dije amenazante, ante la mirada de enfado de mi hermana.
-Tú no eres quien como para decirme a quien escuchar…-Dijo bajando de la cama, y dándole al play.
-Sí, que lo soy. Soy tu hermana mayor. Y te digo que no quiero escuchar a este niño… es horrible.-Dije volviendo a apagar el aparato de música.
-Justin, no es horrible. Así que cierra la boca, y déjame en paz.


Lo deje por imposible, y bajé a desayunar. Por fin las vacaciones de verano habían llegado.
Al llegar a la cocina me encontré con mi madre.


-Buenos días mamá.-Dije sonriéndole.
-Buenos días cielo.-Dijo ella correspondiéndole.  Era miraba atenta unos folletos.
-¿Qué ves?-Dije yo, agarrando el tazón de la estantería.
-Unos folletos de vuelos. Este verano iremos a visitar a los abuelos a Atlanta, y estoy mirando.
-¿Iremos a ver a los abuelos?-Dije entusiasmada.
-Sí. ¿Te gusta la idea?-Dijo mi madre sonriéndome.
-¡Me encanta!-Dije entusiasmada.- ¿Y cuando nos vamos?
-En pocas semanas, dos como mucho.
-¡Genial!


Terminé de desayunar, me vestí (http://www.polyvore.com/ropa_10/set?id=35781724) , y me fui a dar una vuelta.
Entré al centro comercial. Miré unas cuantas tiendas hasta toparme con un enorme cartel, las ganas que tuve de vomitar fueron enormes. En el cartel se anunciaba la película de niñato ese de Justin Bieber. No lo soportaba.
[…]